Cuando la pandemia de COVID-19 llego a los diferentes países del mundo se dio un cambio enorme en muchas cosas. Tuvimos que adaptarnos a trabajar de manera remota, el streaming se hizo cada vez más importante en nuestras vidas y el cubrebocas se hizo parte de nuestra vestimenta diaria.
Conforme la sociedad se ha adaptado al virus y con el gran apoyo de las vacunas, poco a poco la vida va regresando a lo que alguna vez fue. Sin embargo, el uso obligatorio de cubrebocas es algo, aun debatido en nuestros días.
¿Desde cuándo ya no es obligatorio el cubrebocas?
El Gobierno de México anunció que ya no se requiere utilizar cubrebocas en interiores. Esto si hay al menos 1.5 metros de separación entre cada persona que se encuentra en un determinado sitio.
Dicha dependencia publicó una actualización sobre las medidas de la Secretaría de Salud para prevenir la propagación de COVID-19; entre ellos estaba lo antes mencionado. En este documento se reiteró que si no existe la “sana distancia”, se mantiene la indicación de empleo de mascarillas.
De manera similar, se sugiere que el uso de los cubrebocas durante una actividad física extenuante tampoco será obligatorio. Sin embargo, se subrayó que debe mantenerse la utilización de estos elementos de tipo N95 o equivalente en espacios de trabajo donde se pueda dar una fuerte transmisión del virus o donde exista sospecha de COVID-19. Esto principalmente en centros de salud u hospitales.
¿Cuándo es recomendado seguir utilizando cubrebocas?
Para poder responder esta pregunta, tal vez tengamos que hacernos otro cuestionamiento primero: ¿Quién es la persona más vulnerable en tu círculo cercano? De esta manera podremos saber si sería recomendable que sigamos utilizando cubrebocas o no.
Algunas personas, como aquellas con sistema inmunológico debilitado o quienes viven con ellos, deben seguir protegiéndose, manteniéndose alejadas de desconocidos y, en particular, evitando espacios cerrados con poca ventilación.
Ya que es allí donde es más probable que se propague el virus. Si no estás vacunado o si interactúas regularmente con personas que no están protegidos, usar un cubrebocas es especialmente importante.
La hospitalización y la mortalidad por COVID-19 tienen muchas más probabilidades de ocurrir en aquellos que no han sido vacunados. Además, las mascarillas son imprescindibles en instituciones como hospitales, que albergan a muchas personas sensibles.
Sin embargo, el riesgo de una enfermedad grave por este virus es extremadamente bajo para quienes recibieron la vacuna y la dosis de refuerzo. Por lo que, las precauciones no están de más y es mejor ser precavidos. Solo de esta forma podemos proteger a nuestras familias de cualquier variante o enfermedad que pueda afectar su salud.
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